¿Qué fue lo que perseguimos obstinadamente desde la dirección de la MIDBO, durante el periodo 2017-2020? Al intentar responder esta pregunta, recordamos el ánimo apasionado que nos impulsaba en ese momento, la energía especial que traía pensar, discutir e impulsar este evento. Escribimos en plural porque la dirección de la MIDBO, durante ese periodo, fue colectiva. En 2017, Pablo Mora, director de la Muestra desde 2014, propuso conformar un comité directivo junto con los coordinadores de las principales actividades: Gustavo Fernández, Germán Ayala y Ana Salas. Después de la salida de Pablo Mora, la entrada de Paola Figueroa y, finalmente, la salida de Gustavo Fernández del comité 1; Germán Ayala, Ana Salas y Paola Figueroa continuamos con la codirección de la Muestra. Esta forma particular de dirigir juntos/as, adquirió todo su sentido al constatar, en el proceso diario de compartir y valorar la diversidad de miradas, que nos sentíamos más a gusto en una lógica de trabajo horizontal, que quisimos replicar en los equipos artísticos.
¿Cuál era nuestra visión de la MIDBO? Sin duda, seguíamos la línea trazada desde los inicios de la Muestra, por su primer director, Ricardo Restrepo (1999-2013), a quien le debemos su incansable dedicación, y que continuó Pablo Mora: buscábamos presentar al público un cine documental con propuestas estéticas y políticas, puntos de vista singulares, que construyeran miradas y discursos pertinentes sobre nuestras realidades. La Muestra había sido, durante sus primeros años, un lugar que le permitía al público descubrir autores y obras inaccesibles de otra forma. Pero para el 2017 el contexto había cambiado radicalmente y el acceso al cine documental se había multiplicado de manera exponencial, entre otros factores, por la proliferación de festivales que incluían el documental en su programación 2. Ante esta coyuntura, la pregunta que no dejamos de hacernos y que guió nuestra dirección fue: ¿Qué hace relevante y vigente a la MIDBO, en el campo nacional e internacional, hoy en día? 

 

Nos parecía insuficiente argumentar su importancia por la antigüedad del evento y por el hecho de que fuera el único dedicado al cine documental en Colombia. Para nosotros/as, su relevancia y vigencia debía radicar en la personalidad singular de la Muestra y en sus aportes al panorama del cine documental contemporáneo.

 

A partir de la celebración de los 20 años de la MIDBO, en 2018, empezamos a hacer una serie de cambios y reestructuraciones importantes, que apuntaban a recoger y fortalecer los diferentes componentes que había desarrollado Pablo Mora durante su dirección, y a darle una mayor singularidad al evento. En este sentido, organizamos las actividades que consideramos más relevantes de la Muestra en tres secciones principales: Cine documental, Encuentro Pensar lo real y Documental expandido. Durante el proceso de configuración de estas secciones, buscamos, por una parte, afianzar el ejercicio curatorial. Y, por otra parte, recordando cómo la entonces MID (Muestra Internacional Documental) había sido un lugar importante de encuentro y de formación de la mirada para nuestra generación durante su primera década, nos propusimos recuperar su naturaleza de encuentro, que se había desdibujado, y fortalecer los espacios de diálogo y formación.

Observando la relevancia que estaba tomando el ejercicio curatorial en otros eventos cinematográficos contemporáneos y a partir de aprendizajes propios, empezamos a replantear la forma como se construía hasta el momento la programación de películas. Esta se presentaba bajo categorías generales como Selección Nacional, Internacional y Miradas Emergentes (nuevos realizadores), a las que se podían sumar uno o varios focos especiales y/o ventanas de otros festivales. Nos propusimos hacer un ejercicio diferente: crear conexiones o diálogos entre las obras, de tal forma que, al agruparlas bajo distintas categorías de análisis o lectura, pudieran generar otros sentidos, preguntas o, quizás, revelar algún otro pensamiento que no necesariamente se expresa en cada obra individual. A partir de ese momento, las películas se presentaron reunidas bajo categorías conceptuales, que conforman, aún hoy, los diferentes programas de la MIDBO.

Desde 2017, en la sección de Documental expandido veníamos implementando una metodología de curaduría artística, que nos llevó a realizar, para cada edición, una exposición de gran formato de obras expandidas (video instalaciones, video performances, acciones cinemáticas, obras digitales para la web, obras sonoras, entre otras), orientada por un enfoque conceptual. Inspirados/as por esta experiencia, decidimos cambiar el esquema interno de programación de películas. En lugar de las ternas de profesionales del campo, que eran invitados/as a seleccionar las películas de cada edición, creamos un equipo de curaduría permanente, que hacía un trabajo juicioso de investigación y rastreo de obras y autores, para luego revisar, colectivamente, tanto los documentales rastreados, como los que se recibían por convocatoria pública. Así mismo, buscamos poner en valor la lectura que realizaba el equipo curatorial de las películas a través de diferentes estrategias: la publicación de reseñas de cada programa y película, escritas por los miembros del equipo curatorial; la realización de foros de discusión, al finalizar las proyecciones, conducidos por las y los curadores, así como de los Diálogos para pensar lo real a los que invitamos a dos directores/as de películas del mismo programa a discutir sobre sus obras y la relación entre ellas, planteada en la curaduría.

¿Qué es o qué puede ser el cine documental hoy? Creemos que esta pregunta ha sido parte constitutiva de la Muestra desde sus inicios y que resulta vigente para un campo creativo que continúa mutando y explorando narrativas, dispositivos, formas y modos de trabajo con las imágenes de lo real. En este sentido, es una pregunta que nos permitió trazar caminos de exploración curatorial y a partir de la cual decidimos plantear un enfoque artístico para cada edición, que atravesaba las tres secciones de la Muestra. Siguiendo el procedimiento al que le apostamos, planteábamos el enfoque a partir de las inquietudes, ideas o sospechas que surgían durante el ejercicio curatorial. Este se materializaba en un programa especial de películas, un grupo de autores/as invitados/as y una curaduría de obras expandidas que se relacionaban con el mismo. En el Seminario, se desarrollaban a profundidad las preguntas que este enfoque suscitaba.

Ahora, desde la distancia, logramos ver cómo se fueron tejiendo esos caminos de exploración curatorial dando cuenta de un pequeño recorrido. Podríamos incluir un primer momento, en 2018, cuando se planteó el enfoque Giros de lo real, a través del cual quisimos hacer un balance de las transformaciones en el panorama del cine documental en los primeros veinte años de la Muestra. En 2019, planteamos el enfoque Otro cine es posible, partiendo de un diálogo con la obra y el pensamiento de Jonas Mekas (fallecido ese año), cuando hablaba de la necesidad de «un cine menos perfecto y más libre». Buscamos indagar por otras formas del cine de lo real y aquellos modos de hacer, que plantean alternativas a las formas dominantes y los modelos de la industria cinematográfica en el panorama contemporáneo.

Para 2020, nuestro último año, en medio de aquella realidad enrarecida que trajo la pandemia del Covid-19, desarrollamos el enfoque Más allá de lo real. Documental especulativo. Esta fue una de las rutas más enriquecedoras de nuestro período, que planteaba, por un lado, una exploración de autores/as que se han propuesto abordar realidades alternas, imaginadas o aquello categorizado como irreal; obras que especulan sobre los futuros posibles, “el más allá”, el mundo onírico, lo post-humano, entre otros. Esto supone una puesta en tensión de lo real como materia de trabajo del cine documental. Por otro lado, esta curaduría nos permitió indagar por otra posible ruptura dentro de la práctica documental, pues se trata de un cine que incorpora la invención especulativa como dispositivo para abordar esas otras realidades, sobre las cuales ya no busca necesariamente producir certezas.

¿Cómo fortalecer o, quizás, recuperar, ese carácter de encuentro que tuvo la Muestra desde sus inicios? En medio de las tantas reflexiones sobre el cambio en el contexto de los festivales y frente al reto de recobrar un nicho base de asistentes al evento, creamos la sección Encuentro Pensar lo real, compuesta por diferentes espacios de formación, reflexión y diálogo. El desarrollo de esta iniciativa pasó por la reestructuración del Seminario y por la creación de espacios de trabajo colaborativo como el Laboratorio de montaje documental y los Grupos de trabajo, cuyas temáticas eran propuestas de manera autónoma por diferentes agentes del campo documental, externos al equipo de la MIDBO. 

El proceso de configuración de esta sección tomó tres años, pero debido a la pandemia sólo pudimos ponerla en acción de manera integral en las ediciones de 2018 y 2019. Fue muy gratificante ver aquella comunidad que participaba en los diferentes espacios que ofrecimos, intercambiando experiencias, compartiendo miradas y retroalimentaciones sobre sus propios proyectos creativos o de investigación, pero también encontrándose en los pasillos de la nueva Cinemateca de Bogotá o alrededor de un café, para seguir hablando de lo que nos convocaba y nos sigue convocando: el cine documental, el que cada persona estaba buscando crear o el que recién había visto en alguna de las películas u obras expandidas presentadas.

Y ese espíritu fraterno de diálogo e intercambio de puntos de vista, lo experimentamos también a nivel interno, en otra bonita comunidad que fuimos conformando entre curadores/as, equipos de producción, de comunicaciones y voluntarias/os, personas también apasionadas por el quehacer documental –que no logramos mencionar en un texto tan breve–, con quienes nos sostuvimos mutuamente para persistir en sacar adelante la MIDBO que soñamos durante esos cuatro años. 

  1.  El comité directivo de la MIDBO estuvo compuesto por Pablo Mora, Gustavo Fernández, Germán Ayala y Ana Salas en 2017; por Gustavo Fernández, Germán Ayala, Ana Salas y Paola Figueroa en 2018, y por Germán Ayala, Ana Salas y Paola Figueroa en 2019 y 2020. (volver)
2. El acceso al cine documental cambió también por las dinámicas de circulación de copias en DVD y archivos digitales, la oferta de las plataformas virtuales y, más recientemente, los estrenos en sala de documentales nacionales e internacionales. (volver)