Nos parecía insuficiente argumentar su importancia por la antigüedad del evento y por el hecho de que fuera el único dedicado al cine documental en Colombia. Para nosotros/as, su relevancia y vigencia debía radicar en la personalidad singular de la Muestra y en sus aportes al panorama del cine documental contemporáneo.
Observando la relevancia que estaba tomando el ejercicio curatorial en otros eventos cinematográficos contemporáneos y a partir de aprendizajes propios, empezamos a replantear la forma como se construía hasta el momento la programación de películas. Esta se presentaba bajo categorías generales como Selección Nacional, Internacional y Miradas Emergentes (nuevos realizadores), a las que se podían sumar uno o varios focos especiales y/o ventanas de otros festivales. Nos propusimos hacer un ejercicio diferente: crear conexiones o diálogos entre las obras, de tal forma que, al agruparlas bajo distintas categorías de análisis o lectura, pudieran generar otros sentidos, preguntas o, quizás, revelar algún otro pensamiento que no necesariamente se expresa en cada obra individual. A partir de ese momento, las películas se presentaron reunidas bajo categorías conceptuales, que conforman, aún hoy, los diferentes programas de la MIDBO.
¿Qué es o qué puede ser el cine documental hoy? Creemos que esta pregunta ha sido parte constitutiva de la Muestra desde sus inicios y que resulta vigente para un campo creativo que continúa mutando y explorando narrativas, dispositivos, formas y modos de trabajo con las imágenes de lo real. En este sentido, es una pregunta que nos permitió trazar caminos de exploración curatorial y a partir de la cual decidimos plantear un enfoque artístico para cada edición, que atravesaba las tres secciones de la Muestra. Siguiendo el procedimiento al que le apostamos, planteábamos el enfoque a partir de las inquietudes, ideas o sospechas que surgían durante el ejercicio curatorial. Este se materializaba en un programa especial de películas, un grupo de autores/as invitados/as y una curaduría de obras expandidas que se relacionaban con el mismo. En el Seminario, se desarrollaban a profundidad las preguntas que este enfoque suscitaba.
Ahora, desde la distancia, logramos ver cómo se fueron tejiendo esos caminos de exploración curatorial dando cuenta de un pequeño recorrido. Podríamos incluir un primer momento, en 2018, cuando se planteó el enfoque Giros de lo real, a través del cual quisimos hacer un balance de las transformaciones en el panorama del cine documental en los primeros veinte años de la Muestra. En 2019, planteamos el enfoque Otro cine es posible, partiendo de un diálogo con la obra y el pensamiento de Jonas Mekas (fallecido ese año), cuando hablaba de la necesidad de «un cine menos perfecto y más libre». Buscamos indagar por otras formas del cine de lo real y aquellos modos de hacer, que plantean alternativas a las formas dominantes y los modelos de la industria cinematográfica en el panorama contemporáneo.
¿Cómo fortalecer o, quizás, recuperar, ese carácter de encuentro que tuvo la Muestra desde sus inicios? En medio de las tantas reflexiones sobre el cambio en el contexto de los festivales y frente al reto de recobrar un nicho base de asistentes al evento, creamos la sección Encuentro Pensar lo real, compuesta por diferentes espacios de formación, reflexión y diálogo. El desarrollo de esta iniciativa pasó por la reestructuración del Seminario y por la creación de espacios de trabajo colaborativo como el Laboratorio de montaje documental y los Grupos de trabajo, cuyas temáticas eran propuestas de manera autónoma por diferentes agentes del campo documental, externos al equipo de la MIDBO.
El proceso de configuración de esta sección tomó tres años, pero debido a la pandemia sólo pudimos ponerla en acción de manera integral en las ediciones de 2018 y 2019. Fue muy gratificante ver aquella comunidad que participaba en los diferentes espacios que ofrecimos, intercambiando experiencias, compartiendo miradas y retroalimentaciones sobre sus propios proyectos creativos o de investigación, pero también encontrándose en los pasillos de la nueva Cinemateca de Bogotá o alrededor de un café, para seguir hablando de lo que nos convocaba y nos sigue convocando: el cine documental, el que cada persona estaba buscando crear o el que recién había visto en alguna de las películas u obras expandidas presentadas.
Y ese espíritu fraterno de diálogo e intercambio de puntos de vista, lo experimentamos también a nivel interno, en otra bonita comunidad que fuimos conformando entre curadores/as, equipos de producción, de comunicaciones y voluntarias/os, personas también apasionadas por el quehacer documental –que no logramos mencionar en un texto tan breve–, con quienes nos sostuvimos mutuamente para persistir en sacar adelante la MIDBO que soñamos durante esos cuatro años.
- El comité directivo de la MIDBO estuvo compuesto por Pablo Mora, Gustavo Fernández, Germán Ayala y Ana Salas en 2017; por Gustavo Fernández, Germán Ayala, Ana Salas y Paola Figueroa en 2018, y por Germán Ayala, Ana Salas y Paola Figueroa en 2019 y 2020. (volver)