La obra de Cao Guimarães se interesa en recuperar el tiempo de la vida construyendo imágenes de acuerdo a cómo su cuerpo y mirada se relacionan con la experiencia que está siendo filmada. Este artista y realizador nos recuerda que el cine es tiempo – espacio – percepción y ello se transfiere directamente a quien ve la película. 

Lo que sugiero a continuación es un acercamiento a tres de sus obras, invitando al futuro espectador a descubrir las posibilidades de lo que es capturar lo real desde lo sensible, lo espontáneo y lo cotidiano.

La captura de lo sensible 

En su película Sopro (2000), Guimarães filma el desplazamiento de unas burbujas que flotan en campo abierto, deformando la imagen del paisaje que aparece ante la cámara. Las burbujas no se rompen, se dividen y se reintegran mientras se desplazan con el viento y es allí donde la cámara ofrece un punto de vista al universo que se construye a partir de esos matices en blanco y negro, los brillos, reflejos y destellos que revelan la delicada materialidad de las formas, haciendo del recorrido de la burbuja un diálogo con la materia del cine “imagen/tiempo”. Las burbujas en el aire son el recurso al que acude Guimarães para hacernos ver de otra manera este fenómeno tan simple pero a la vez poético y cargado de sentido: la fragilidad de la captura de lo real.

Fotograma, Cao Guimarães – Sopro (2000)
Disponible en: https://www.caoGuimarães.com/obra/sopro/

Capturar lo efímero resulta en la revelación de una versión de la realidad y es la esencia de ese registro la que conecta con el deseo de prolongar la experiencia de lo que está ocurriendo ante la cámara. Guimarães nos propone un juego de percepción en el cuál logra sumergirnos durante casi seis minutos. Podemos sentir la expectativa del realizador, compartimos emocionados sus descubrimientos y nos unimos al disfrute estético reconociendo el carácter orgánico del objeto y su capacidad de integrarse al paisaje, mientras su frágil materia transforma nuestra percepción de aquellos elementos próximos que antes veíamos lejanos. 

Aunque un par de veces nos preguntemos si esto es una película -porque aquí no hay historia- las secuencias despiertan la sensibilidad del espectador, orientando su mirada a una realidad, un paisaje, una luz, unas sombras, que solo existen mientras no estalle la burbuja. Sentimos la tensión de lo que puede desaparecer en cualquier momento.

Esta condición de lo efímero se reitera en la obra From the window of my room (2004) en la cual Cao Guimarães señala algo vital para el cine documental: es posible situar la mirada frente a un instante que carece de importancia pero al entender que será irrepetible ¡hay que filmar!

La captura de lo espontáneo

La acción de esta película sucede bajo la lluvia en algún lugar del Amazonas. El registro se concentra en dos niños de unos 10 u 11 años que juegan/luchan/y se persiguen a la intemperie en un terreno lodoso de la selva. 

Haciendo más lenta la imagen, el film reduce la presión del tiempo de la realidad permitiendo que el espectador se conecte con el movimiento de los cuerpos bajo otra tensión física, emotiva y material. La causa/efecto del juego de los niños se transfiere al interés que cada uno pone a sus acciones, el enfrentamiento cuerpo a cuerpo sin importar la intensidad de la lluvia o lo denso y resbaloso del suelo.

Guimarães retoma en este film el proceso de hacer del tiempo un margen distendido, donde el sonido participa de forma activa sin la ilusión de la toma en directo. La impresión de estas imágenes obedece a la captura de lo espontáneo, a la reacción del realizador frente a lo que ve a distancia y cómo opera desde el azar, pues no tiene el control de las acciones de los niños y es solo un observador que filma el acontecimiento desde su ventana. Este es un ejercicio de expectativa tanto del realizador como del espectador, inquietos por cómo termina el juego de los niños siendo reinterpretado en el registro cinematográfico. Aquí una singularidad expresiva que identifica las potencias narrativas entre la imagen, el sonido, el tiempo: la realidad y el mundo como estímulos para la visión y la escucha.

Fotograma, Cao Guimarães – From the window of my room (2004)
Disponible en:https://www.caoguimaraes.com/en/obra/da-janela-do-meu-quarto/

Lo interesante en este ejercicio de realidad, es su deconstrucción de la experiencia, del momento vivido, pasar al detenimiento de algo que merece ser visto de otra manera acudiendo a niveles perceptuales mucho más definidos que los de nuestra propia mirada. Es en sí misma una operación que transforma la realidad en juego, que prevalece para hacer importante algo que ni siquiera los protagonistas saben que está ocurriendo. 

La tercera forma de la captura de la realidad retoma el asombro del artista frente a lo espontáneo, pero en esta ocasión el descubrimiento sucede en lo cotidiano al desplazar la orientación de su mirada. Se trata de encontrar algo más significativo, incluso en lo que sentimos rutinario.

La captura de lo cotidiano

El film Sin peso (2007) registra la rutina de un comercio callejero de Ciudad de México, ubicando el punto de vista únicamente en los toldos multicolores. Todo sucede fuera de campo (pues no vemos lo que se escucha) mientras la cámara se orienta hacia arriba. Allí donde pocas veces dirigimos la mirada, aparecen sombras, pliegues, costuras, remiendos en los techos carpados. No vemos cuerpos, escuchamos voces. No vemos la multitud y su movimiento azaroso, pero percibimos la belleza de la luz y la sombra a través de las telas. Por su parte el sonido materializa lo que no vemos, pues el espacio se construye desde otras señales sensoriales, entreteje las múltiples voces que llaman a los clientes, sus modismos, acentos, el desgaste de la repetición y la descripción llamativa de los productos que se ofrecen al transeúnte.

Fotograma, Cao Guimarães – Sin Peso (2007)
Disponible en: https://www.caoGuimarães.com/obra/sin-peso/

La literalidad se pierde por completo en este film y da lugar a una metáfora audiovisual que acude al imaginario del espectador apoyándose en el recuerdo de vivencias anteriores. Imagen y sonido establecen otro nivel de experiencia, enriqueciendo los matices de una actividad tan cotidiana como es la estancia en los mercados callejeros de cualquier ciudad.

Finalmente, con estas tres experiencias de realidad las imágenes en el tiempo recobran su poder al establecer otros puntos de vista que operan en la captura de lo sensible, lo espontáneo y lo cotidiano, ofreciendo al espectador mecanismos para activar sus emociones, acercarse a los acontecimientos de la vida desde otros lugares de reflexión, hacia un ejercicio documental que se interesa por tomar la realidad y transformarla utilizando la imagen, el sonido, el tiempo y el espacio, como elementos narrativos en constante exploración plástica y perceptual.

Cao Guimarães nos presenta un cine que entiende el mundo entre lo que se filma y cómo se filma, logrando por medio de expresiones artísticas vincular al espectador para enfrentarlo a otro real, ese que solo a partir del cine se puede capturar.

Sitios web del artista

https://www.caoguimaraes.com/en/

Películas

Cao Guimarães, Sopro (2000) https://ikonotv.art/watch/1658

Cao Guimarães, From the window of my room (2004) 

https://vimeopro.com/user16539877/cao-Guimarães-gnr-ny-2016/video/158375873

Cao Guimarães, Sin peso (2007)  https://vimeo.com/2388859