“Filmación. Nada en lo inesperado que secretamente tú no esperaras.”
El making of o detrás de cámaras se consolidó como un género que logró expandirse y multiplicarse gracias al marketing. Hace unos años los DVD´s prometían ampliar la experiencia del espectador con entrevistas y trabajos audiovisuales que capturaban aquello que sucedía detrás de las cámaras. La mayoría de las veces estos trabajos ofrecían una mirada elemental, se convertían en un simple complemento o apéndice de una obra mayor. Datos curiosos o lamentables problemas de rodaje terminaban siendo el alimento de un género extremadamente codificado y poco propositivo. Son contadas las películas que, al proponerse filmar los vericuetos e intersticios del quehacer cinematográfico, logran respirar por cuenta propia e hilvanar con ingenio el registro del momento justo con una propuesta personal y reflexiva. Rodaje de Samuel Moreno Álvarez, es sin duda una película que se ubica con orgullo en este reducido grupo. Un documental inesperado, quizá por eso tan estimulante a la hora de ser abordado. Al verlo agradecemos que se atreva a dar un paso más allá, que no se conforme con la receta, que se alimente de la reflexión y desee valerse por sí mismo.
“Filmar es ir a un encuentro”
Samuel Moreno Álvarez va al encuentro de La roya (2021). Se inmiscuye en la filmación de la segunda película del director Juan Sebastián Mesa, la cual transcurre en el suroeste antioqueño, una subregión del departamento de Antioquia, que hace parte del eje cafetero. En medio de eternos cafetales y carreteras destapadas, filmar una película que se pregunta cómo se filma una película se convierte en una aventura. Los problemas aparecen desde el primer plano del documental, en el que la lluvia y un terreno agreste amenazan la filmación de una escena de La roya. La cámara de Samuel Moreno acompaña y persigue al equipo de filmación y a los actores, pero principalmente, observa. El making of se convierte en el arte de vivir al acecho. Como un leopardo, elegante y vigilante, aguarda cautelosamente el encuentro con lo impredecible. Ya sea en un paisaje que inunda de verde el plano o una charla casual que revela pormenores del rodaje, la cámara se encuentra siempre en un estado de cautelosa alerta. Sin embargo, una alerta reflexiva.
“Asegúrate de haber agotado todo lo que se comunica por medio de la inmovilidad y el silencio.”
Rodaje propone que el making of es el arte de vivir al acecho, y en el corazón de ese acto anida la reflexión. La imagen demanda una reflexión que emana de la porosidad del tiempo. Se genera en el proceso mismo del rodaje, en medio de la inmovilidad y el silencio. Así, las imágenes que nos ofrece Rodaje, son acompañadas por algunas notas. Frases cortas, contundentes, certeras. Aforismos que el director de cine Robert Bresson legó a la humanidad en su ya célebre libro Notas del cinematógrafo. Estas citas transfiguran el making of en una clase magistral de cine. Las ideas del maestro francés, al aparecer en pantalla acompañando las imágenes, nos recuerdan que el audiovisual no se debe tomar a la ligera, que no importa que se esté filmando un making of, grabando un cumpleaños familiar o haciendo un ejercicio universitario, se puede pensar los alcances de la imagen para sacarle su mejor provecho.
“Poner en práctica el precepto de encontrar sin buscar”
En Rodaje la curiosidad y la observación se enaltecen, superan la inmediatez que demandan los hechos que se presentan de forma azarosa. No se percibe la premura de estar constantemente en movimiento buscando el momento justo, para luego reunir una selección de acontecimientos que se presentaron como un continuo amorfo. Por el contrario, hay un fluir que sugiere que se ha encontrado sin necesidad de buscar. Su duración habla de una depuración consciente, en la que la película no debe ser corta o larga porque así lo demandan las convenciones. El mediometraje es la apuesta por creer que aquello que se muestra demanda un tiempo especial, ni lo suficientemente corto para acompañar a un largo, ni lo suficientemente largo para estar en una sala comercial. No hay exceso ni defecto, se encuentra el justo medio, la película demanda su duración y el director confía en esta.
“Filmación. Colocarse en un estado de ignorancia y de curiosidad intensas, y no obstante ver las cosas antes.”
Aunque la película se sirva de planos en donde el exuberante paisaje antioqueño se vuelve protagonista y los encuadres revelen una mirada consciente de las posibilidades del plano, en ningún momento Samuel Moreno pierde el norte. Propone una película particular, pero sin dejar de atender a las demandas temáticas del género. Las dificultades del rodaje están presentes, la necesidad de generar soluciones inmediatas a problemas imprevisibles, los desencuentros con los actores, las dinámicas de producción y los esfuerzos del equipo de filmación nos recuerdan lo complicado que puede resultar hacer una película. Hasta que un plano condensa la esencia de Rodaje. Vemos al director Juan Sebastián Mesa sentado, mira fijamente al infinito, en el fondo una cascada y su constante sonido acompañan las cavilaciones que lo ocupan. No sabemos qué está pensando, pero intuimos que se está entregando a su obra, que sus pensamientos están ocupados en divisar con claridad el mundo que está creando. En ese momento hacer una película no es solamente aciertos e imprevistos, sino reflexionar y acomodar la realidad para lograr llegar a buen puerto en el rodaje.
*Citas tomadas de Notas del cinematógrafo de Robert Bresson