La pesadilla de Nanook tiene dos caminos para iniciar la travesía:
El viaje lineal es el acceso a la revista en su formato tradicional; allí se encuentra la publicación con portada, bandera y secciones llenas de artículos y fotografías, para tener la satisfacción de pasar páginas mientras los sentidos devoran con placer los artículos polifónicos sobre lo real.
La ruta transmedial es la entrada a los contenidos convergentes en los que lo real se expresa en modo gráfico, audiovisual, cartográfico, entre otros formatos nativos del mundo digital como GIF, memes o emoticones.
La pesadilla de Nanook es la revista de la corporación colombiana de documentalistas ALADOS.
El acceso a la revista es libre. Para continuar con nuestra labor aceptamos donaciones. Haga su aporte voluntario a la cuenta corriente Davivienda, No.005169999702, Corporación Colombiana de Documentalistas ALADOS, Nit 830.074.223-4
¿Por qué y para qué desarrollar contenidos digitales de La pesadilla de Nanook?
Dossier MIDBO
Conoce los ingredientes necesarios para preparar la MIDBO según Ana Salas.
Daniel Zorrilla comparte su #CrónicaConLosOjosBienAbiertos luego de una buena dosis de MIDBO
Semblanza: Luis Ospina
En septiembre de 2019 la Cinemateca de Bogotá fue escenario del homenaje a Luis Ospina. La pesadilla de Nanook explica quién era Luis.
La periferia es el centro
La pesadilla de Nanook recorre experiencias territoriales en las que el audiovisual y lo documental han servido tanto para la expresión como para la emancipación.
“La periferia es el centro” fue el concepto con el que invitamos a la comunidad alada a que nos aportaran sus fotos para la portada del primer número de La pesadilla de Nanook.
Diarios de rodaje
Rubén Mendoza comparte con La pesadilla de Nanook cómo vivió el rodaje de La señorita María, la falda de la montaña.
Descubre fotos exclusivas de su diario.
Lo real en la pandemia
Nuestro kayak empezó a navegar durante el segundo semestre de 2019 por distintos mares, intentando seducir con sus visiones de la realidad a los que se encontraba en su viaje. Hasta que la realidad, convulsionada por la pandemia, estremeció al kayak y La pesadilla de Nanook tuvo así una oportunidad para reflexionar al respecto.